Hoy tenemos con nosotros a un dibujante de cómics e ilustrador genial: Juan Berrio.
Juan Berrio es madrileño nacido en Valladolid en 1964.Ha conocido de cerca los vaivenes de una industria, la del tebeo en España que muy pocas veces permite grandes lujos. Uno de los grandes lujos que se puede permitir es tener un autor como Berrio.
Conoció a finales de los 80 el cierre de las revistas de autor, en los 90 participó activamente en el mundo del fanzine y ha llegado al auge de la novela gráfica,siempre de cerca, pero sin perder nunca sus señas de identidad.
Empezaste a publicar a finales de los 80. Creo que llegaste a esta última oleada de este cómic de autor y lo hiciste en una revista mítica como "Madriz".
Si, tuve la suerte de publicar en "Madriz", una revista con un nombre tan local pero con una voluntad más amplia y que fue una revista de referencia en aquel momento. Eran los años de la movida y también de la cultura subvencionada. Para mí, que tenía unos veinte años, fue sorprendente que me pagaran tantísimo por publicar aquellas páginas pero veo que era una cosa ficticia porque había detrás el dinero público y, cuando se acabó, vino una travesía bastante dura para todos los que intentabamos buscarnos la vida.
Cuando aterricé en el mundo del cómic, lo que me apasionaba era el mundo del dibujo, la literatura o el cine pero estas revistas, en las que lo gráfico tenía mucho peso, con dibujantes muy importantes, me marcaron y me dieron ganas de seguir ese camino.
Además de la revista "Madriz" había muchas otras en la ciudades un poco inquietas. Recuerdo haber publicado en revistas de Zaragoza, de Córdoba, según tus amistades en aquel momento. Había mucha revista alternativa, no siempre especializada en cómic. Era un momento interesante, con muchas ganas de hacer cosas, de comerte el mundo. Fue una suerte conocer aquello aunque fue la última generación.
Más dura será la caída.
Si, la caída desde luego fue dura y quizá no tanto para las grandes figuras. Nombres como Ana Juan, Fernando Vicente, Javier de Juan, Raúl... aunque luego muchos renegaron del mundo de la historieta. A alguno cuando el periodista le decía que su cuadro era una viñeta grande le vi poner el grito en el cielo, renegando absolutamente de su pasado como historietista. La mayoría de estos autores derivaron hacia el mundo de la ilustración y de la pintura.
Por allí se juntaba gente muy conocida, ya con una trayectoria, pero la revista dependía creo de una consejería de juventud y trataba de buscar gente nueva y de hecho creo que las primeras páginas que publiqué allí fueron dentro de un suplemento de gente joven, de gente desconocida.
Nos decías cómo, curiosamente, no entraba en tus planes, el mundo del cómic y sin embargo se quedó y en un momento difícil para llevarlo a cabo.
Si que me interesaba como medio, me pareció que para lo poco o mucho que tenía que contar, ese iba a ser un buen camino pero yo no había sido de niño un lector de cómic y por tanto me faltaban muchas referencias. Muchas veces sufría en las típicas charlas entre colegas porque la mitad de las veces estaba perdido. Estaban hablando de gente que para mí eran desconocida. Estaba mucho más al día del cine que se estaba haciendo. Recuerdo pasarme el día en la filmoteca, en los cines alphaville de Madrid. Era un gran aficionado del cine de Jarmusch. Pero sí que tenía muchas inquietudes aunque me faltaba esa base.
LOS AÑOS 90
Los 90 debieron ser años duros.
Si, después de esos años de la movida vino una gran crisis. Estaba haciendo la carrera de arquitectura, al final no la terminé. Durante esos años no había esperanza para publicar cómic. Todo se había hundido y la situación era bastante jodida en el país: no había mucho trabajo, ni dinero, ni nada. Tenías que buscarte la vida y lo poco que ganabas te lo gastabas en el alquiler. Vinieron tiempos muy duros y poquito a poco la gente de mi generación, como Mauro Entrialgo, Javier Olivares, Manolo Hidalgo, Javier Herraíz... empezó a juntarse a montar fanzines.
En esta nueva etapa, hacía al principio historias un poco forzadas, como escondiéndome. Después de muchos años de trayectoria te das cuenta que lo mejor es contar las cosas que tienes por la cabeza, sin simular, sin artificios. Creo que a partir de ahí, es cuando empieza realmente mi carrera de dibujante de historieta, cuando empiezo a hablar de las cosas que a mí me gustan: encuentros, desencuentros, casualidades, juegos de palabras, juegos visuales. Ahí es cuando me empiezo a divertir y a sentirme profesional.
Tu primer recopilatorio es "Mañana es martes" (Under Cómic, 1997) y ahí parece que ya está definido tu estilo y las historias que quieres contar.
En "Mañana es martes" trato de reunir esas historias cortas que tenía dispersas por fanzines. Cuando miro "Mañana es martes", no me gusta cómo está dibujado pero sí que me empiezo a reconocer. Con ese recopilatorio termina quizás esa travesía en el desierto y vuelvo a conectar con otra gente que está en las mismas que yo y me empiezo a sentir dentro de la industria del cómic.
Christian Osuna, dentro de su sello Under Cómic crea la colección "Flor de un día". Era la época de la grapa, del comic-book, eran comic-books con publicidad y con algo un poco cutre, pero era el formato de la época.
En aquella colección se dio a conocer gente de muchísimo talento como María Colino, José Luis Agreda... Aquella colección fue importante.
Y a partir de aquí comienza una mayor regularidad a la hora de publicar en revistas independientes ¿o siguen siendo fanzines?
La frontera no está muy clara, yo desde luego colaboro con todos los proyectos que monta el buen amigo Juanjo el Rápido: "La más bella", "Idiota y diminuto" o "Tos" o "Humo". Allí trabajabamos por amor al arte gracias a esa persecución, aunque te llegase la fecha y tuvieras que quedarte por la noche porque estabas con otro trabajo. Gracias a éso seguía haciendo páginas. Aunque los últimos años ya había que llamarlos revistas, o prozines, porque parecía que de nuevo volvían las vacas gordas y hay editoriales que apuestan por ello. Proyectos como "Tos", "Humo" o de otra gente como "Nosotros Somos Los Muertos", por calidad y con editoriales detrás, son verdaderas revistas.
Siempre me he sentido muy cómodo en cualquier tipo de colaboración. Da lo mismo que fuera un número especial del "Cretino" sobre un tema social o algo más libre como en "Tos" o "Humo". Para mí la gente que está detrás es la que mueve la industria, la que llevarse el aplauso. Gente que tiene la profesión que sea y se gasta los ahorros en hacer una revista o pasa su tiempo persiguiéndonos a nosotros que a veces somos poco formales en las entregas. Por éso sigo cercano a ese mundo y por la misma razón el año pasado me junté con Fermín Solis y José Luis Agreda para montar el "Usted está aquí" y me veo con 70 años moviendo cualquier movida.
Por seguir con el orden, yo monté una especie de revista, "La Maleta", a mediados de los 90. Duró solamente un número pero las colaboraciones no podían ser mejores: Mauro, Victor Aparicio, Javier Olivares, Manolo Hidalgo... Hubo un librero que me engañó, entre comillas. Me dijo que me distribuía, que me colocaba 3000 y yo hice una gran tirada y me los comí con patatas.Años después monté un fanzine un poco marciano que se llamó "AEIOU"...
En que te convertías en distintos autores.
Si, quería dar rienda suelta a mi parte más juguetona. Adopté 5 personalidades y 5 firmas distintas. Era todo un juego de palabras pero también fue un fracaso comercial porque el primer número me dijo Christian Osuna que se ocupaba de él y años después supimos que se había perdido en la distribución y nadie sabía donde estaban los ejemplares. El número 2 ni siquiera se distribuyó. Comercialmente no me funcionó muy bien el proyecto.
Después de "Mañana es martes" sacas un segundo recopilatorio "A saltos" (Under Cómic, 2004). Ya se ve un formato con el que te sientes cómodo y que va a ser seña de identidad de tu forma de contar historias: historias cortas, costumbristas, de 4 páginas.
Yo soy un autor de historias cortas. Es con lo que me siento más cómodo y me da igual que la moda sea la novela gráfica. Yo tengo que hacer lo que sé hacer. Las historias que me salen son historias cortas. Cada vez necesito más espacio para contar lo que quiero pero es cierto que me manejo muy bien en el formato de cuatro páginas.
En este formato continúas con tu siguiente recopilatorio."Siempre es la misma historia" (Astiberri, 2005), en el que te mezclas como autor completo con otros autores para los que ejerces de guionista.
"Siempre es la misma historia", es lo primero que publico con Astiberri. Tiene algo de experimento porque quería contar una historia que podía ser siempre la misma o que tuviera el mismo desarrollo. Planteaba una historia con un final brusco. Me gustaba probar esta estructura con distintos personajes y situaciones. Para mí, creo que para todos los que estamos en esto tener la oportunidad de trabajar con alguien siempre es gratificante y si encima es gente que admiras, más todavía.
Por alguna razón que tampoco sé, no salió del todo bien. Quizás por el experimento o que los álbumes de historias cortas nunca han tenido mucho recorrido comercial, pero me quedo con el placer de haber trabajado con Sandra Uve, Santiago Sequeiros, Fermín, Lorenzo Gómez y el prólogo es de Mauro.
Coincide con el cierre de "Tos" y surge una nueva propuesta de Juanjo el Rápido que es "Humo". Una revista trimestral con vocación de recopilar las historias en álbum, un álbum cuadrado.
Si, esa era la idea. Tenía aspectos divertidos, nos juntábamos a cenar para preparar los números. De estas reuniones salió el nombre, el número de páginas, nombres de colaboradores...
Se trataba de hacer series en que las historias continuaran. Mi serie tenía algo de trampa. Mi serie era Cuentos Tontos y era un poco cajón desastre. No mantenía los personajes de un número a otro sino que contaba mis pequeños cuentecitos y éso y el formato era lo que tenían en común.
Estos cuentos los recopilamos después en el álbum "Dentro de nada"
OTROS CUENTOS
Pegamos un salto atrás en el tiempo. Unido a esta labor fanzinera, a estos cómics, has desarrollado un gusto por una serie de libros más especiales como "Ejercicios de ilustración sobre textos de ortografía práctica" (1995) que dará lugar a algunas de tus mejores obras.
Aquel libro era una autoedición cara en formato grande, tapa dura y muy pocos ejemplares numerados. Quizás tiene más que ver con un libro de autor. Me ganaba la vida como ilustrador y aquel libro surge como muestra de mi amor, de mi pasión por mi profesión. A mí me parecía que se podía ilustrar todo, cuanto más curioso, más original, mejor. Me vino a la cabeza ese manual de ortografía, un manual de principios del siglo pasado, que me había regalado mi padre para aprender ortografía y recuerdo reirme con las frases que proponía para los dictados.
Eran frases muy cacofónicas y muy absurdas y me parecía que detrás había una pequeña historia y una ilustración. Pedí permiso a los herederos y me puse a trabajar en esas frases y así hice mi primer libro. Pedí un crédito al banco e hice los 500 ejemplares que hace tiempo que ya se agotaron y es de esas obras que aunque ya haya pasado el tiempo me sigo sintiendo orgulloso de aquel trabajo.
Siguiendo esta linea, esta vez para Astiberri, realizas los "Ejercicios de Aritmética ilustrada" (Astiberri, 2005), algo muy curioso porque siendo de letras casi todos los dibujantes que conozco, te pones a ilustrar ejercicios de matemáticas.
Las matemáticas siempre me gustaron y aproveché con este libro para resolver todos los problemas y ofrecer las soluciones al final. Pero el libro no se presenta como un libro de matemáticas, ni como un manual ni nada. El mecanismo es similar al de ortografía. Durante unos años me dedico a buscar en librerías de viejo, viejos manuales de matemáticas y me encuentro con lo mismo: con cuentos preciosos, cuentos divertidos o cuentos que se presentan como problemas matemáticos.
Ves por un lado que hay una historia, por otro lado que representa una sociedad que ya es difícil de reconocer, que es además políticamente incorrecto: los niños se mueren como si tal cosa o hay problemas hablando de la peste o de la guerra, de hecho el libro está dividido en capítulos y le dediqué una capítulo a la muerte porque me llamaba la atención.
Son problemas de matemáticas con literatura. Cojo todo un siglo de viejos manuales, encontré libros desde 1850 a libros de 1950 y rebusqué esos problemas más literarios. Creo que lo hubiera podido hacer igual sin gustarme las matemáticas aunque en este caso lo cierto es que me gustan.
En estos libros trabajas el libro como objeto, el libro de regalo.
Para mí el libro es el mejor objeto sin duda. Una novela, un cómic, un manual de lo que sea o un libro de instrucciones. Yo adoro el libro, me parece un objeto maravilloso y me gustan todas sus fases y éso me ha permitido acercarme a la autoedición. No me hubiera podido autoeditar si no hubiera conocido afortunadamente otra época de la preimpresión y a los viejos fotomecánicos e impresores. Saber cómo se hace un libro. sus tripas te simplifica las cosas a la hora de autoeditarte porque yo, sin ser diseñador, me resuelvo el diseño.
Controlas realmente todo el proceso. En el caso de "Aritmética ilustrada" el hecho de que hubiera una editorial detrás ¿condicionó el resultado del libro?
Hizo que para mí las cosas fuesen más cómodas pero el proceso de trabajo fue el mismo que si me lo hubiese editado yo mismo. Trabajé con un diseñador amigo, Alfonso Menéndez, elegí todas las características y ellos aceptaron todo lo que yo propuse. Me facilitaron todo lo que para mí es difícil en el mundo del libro como es la distribución, el almacenaje, la contabilidad... Toda esa parte en la que yo he pinchado cuando me he autoeditado.
¿Alguna vez os habéis planteado reeditar los "Ejercicios de ilustración"?
A mí me encantaría pero me causaría un problema porque me entraría la tentación de ampliarlo o de repetir cosas. Cuando han pasado 16 años o 17 el estilo de dibujo es bastante distinto. En aquel momento mi trazo era bastante más punky, bastante más roto y ahora es mucho más controlado. La idea me seduce pero ningún editor me lo ha propuesto.
Bueno, aún se puede encontrar el libro de aritmética, que a pesar de ser de 2004/2005 se mantiene espléndidamente y es un libro fantástico para regalar o para regalarse a uno mismo.
CALENDARIOS
Paralelamente a estos libros empieza a salir otra faceta que desarrollas de una forma bastante alternativa, que es la creación de calendarios. ¿Cómo nace tu pasión por los calendarios?
Es un formato que siempre me ha gustado, me recuerdo de niño haciendo calendarios para la familia o para mí mismo siguiendo los formatos que se podían vender en aquella época. Me vienen a la cabeza unos de fieltro que había en los años 70, recuerdo pedirle a mi madre un trozo de fieltro y dibujar encima todos los meses.
Aparte de esa inclinación que tengo desde siempre, empecé a hacer calendarios cuando tuve oportunidad de colaborar con ciertas revistas. Los primeros años 90 trabajaba para una revista de publicidad y propuse como obsequio en las navidades un calendario. Primero hice un calendario que no tiene mucha historia pero el segundo me gusta mucho y es otra de las obras más queridas. Es un calendario que se hizo seriegrafiado en cartón ondulado y era puro juego de palabras. En vez de poner Enero buscaba algo que sonara parecido, en este caso enhebro y me dibujaba a mi mismo enhebrando; en vez de febrero, lebrero y ponía un perro lebrel corriendo y así todos los meses. Los más divertidos eran los últimos porque noviembre era no viene, con una cola de gente esperando el autobús, diciembre era dí siempre y una pareja de enamorados.
Tuvo un cierto éxito, el único que he presentado a premios y que quedó finalista en los premios Laus. Luego hice algunos años sueltos, por encargo, pero con continuidad estoy haciendo calendarios desde el año 2002.
Es el "Año Palindrómico"
Era un año capicúa e hice un calendario sobre palíndromos que tuvo mucho éxito y me divertí mucho haciendolo.
A partir de aquí parece que se convierte en una especie de reto personal ir superándote. Imagino que sería bastante difícil llegar a ese nivel de autoexigencía.
Sí, los primeros podía dedicarle mucho tiempo a documentación. En el caso de los palíndromos entré en contacto con el club palindrómico de Barcelona, creé mis propios palíndromos. Le dediqué mucho tiempo.
Al año siguiente también hice uno muy especial sobre monosílabos, era el año 2003, en el que se juntaban los tres únicos monosílabos del castellano (dos mil tres) y había un santoral monosilábico, con los santos de una sola sílaba. Con efemérides y todo sucedía con diálogos monosilábicos.
Ahí había un trabajo de muchas horas. Después me he decantado más por buscar los juegos gráficos, los juegos de palabras, quizás por una cuestión más de tiempo, que requieren menos documentación, pero he seguido haciendo mis entregas anuales.
La sensación es extraña porque haces una pieza de muy poquitos ejemplares que llega a muy poquita gente, que no puedes poner al alcance de la gente que le puede interesar porque yo no lo puedo llevar a los comercios de las ciudades y los pueblos. A veces lo ponía en internet o lo llevaba a 4 tiendas de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y caducaba ya en el mes de marzo a pesar de que a cuatro locos les podía gustar aunque fuera de otro año pero me arriesgo a hacer una pieza con una caducidad tremenda.
Sin embargo es algo que se espera con especial cariño y se atesora en el tiempo. A pesar de que dices que te has relajado sigue habiendo calendarios como "Los años Lúcidos".
Es bastante complicado de estructura. Cojo las letras del año, 2004, e intento escribir un cuento solo con esas letras. Cada una de las palabras que utilizo tienen que estar construidas sólo con esas letras, con lo que la dificultad es grande porque me faltaban letras muy importantes: la E, la F... con lo que el texto resultaba un poco absurdo pero divertido a la vez pero no era más que un juego más.
Es un tema recurrente en tu obra, autoimponerte una serie de ejercicios, de normas y ver hasta donde llegas con ellos.
Sí, pero ese tipo de prácticas parece que las tengo que llevar a cabo al margen del cómic. El público al que le interesan es pequeño y ya el número de gente que lee cómics lo es y que coincidan esos dos públicos es una intersección muy pequeñita, entonces limito un poco ese tipo de experimentos. Son más para una pieza especial, un libro, un calendario, pero si tengo que contar una historia, casi prefiero contarla con todas las palabras, con todas las letras, con todo el espacio del papel y que se me entienda.
CALLES CONTADAS
En esta linea de libros sorprendes con una nueva autoedición, "Calles Contadas" (2009).
"Calles contadas" es un proyecto que pongo en marcha en muy poco tiempo. Tenía en aquel momento en la cabeza otro tipo de proyectos y volviendo de Barcelona se me encendió una lucecita: hablar de la ciudad a través de pequeños guiones, pequeñas pinceladas, que fueran personajes anónimos quienes fueran construyendo ese mosaico. No sé si se parece a mi ciudad pero supongo que si, porque es por la que paseo.
Era un formato atípico, viñetas página y se prestaba a que fuera pequeño y otra vez cuadrado. Al final me decanté por la autoedición. Lo ofrecí a un par de editoriales que me pareció que lo podían mimar y aunque les gustó el proyecto en aquel momento estaban dedicando todos sus esfuerzos a editar novela gráfica que parece que era lo que el público quería.
Siempre estás dispuesto a llegar a la autoedición antes que claudicar en aspectos que consideras fundamentales.
Si, quizás es que soy un inconsciente y no tengo ninguna mentalidad empresarial. Nunca me voy a hacer rico. Posiblemente sea un error garrafal sentirte satisfecho en el momento que acabas la obra. Soy un desastre de autoeditor al dejar la obra un poco abandonada en ese momento. A pesar de que ahora es más fácil, tengo que pedir disculpas a la gente porque cuando alguien me pide un libro lo correcto es que estuviera bien distribuido y no me siento orgulloso de eso.
Por el otro lado está la necesidad de hacer las cosas. A veces hay que esperar. Me he sentido contento de tardar años en acabar un libro y en ese tiempo el libro se ha enriquecido. Otras veces salen proyectos más rápidamente como "Calles contadas" pero la mayoría de mis libros cumplen años en mi cuaderno. He sido cabezota y he tenido paciencia y creo que las dos cosas le han ido bien a mis proyectos.
En "Calles contadas" vuelves a la ciudad. Precisamente estás preparando una serie de libros sobre tu ciudad, sobre Madrid.
En este caso es una obra de encargo para una editorial nueva que se llama Treseditores.
Antes de verano se hará una presentación de toda la colección en el Museo ABC de Dibujo e Ilustración de Madrid. Supongo que habrá otras presentaciones por otras ciudades de España.
De una autoedición cara y dificil como Calles contadas, pasas a la inmediatéz del blog con tu diario de "Frases encontradas".
Sí, ese es uno de mis proyectos favoritos de los últimos años. Consiste en dibujar alguna frase que me llama la atención en mis paseos normales sin invadir a los otros paseantes ni provocar ningún tipo de escucha. Trato de memorizarla y a sus protagonistas y voy colgándolos en el blog con la fecha y el lugar. Llevo más de año y medio, más de 300 entregas y hay frases muy variadas. Me han acompañado en mis viajes pero la mayoría son de mi barrio, mi manzana, de esos personajes anónimos con los que me voy cruzando.
Está pensado para ese formato. Para mí se ajusta a mi definición de blog, que es algo en construcción y te acompaña mientras estás vivo.
¿La gente quiere participar?
Sí, pero no se trata de poner las frases más divertidas ni las más filosóficas, se trata de poner las frases que yo me encuentro. Hay veces que la gente me cuenta sus frases y me da envidia pero no son parte de mi vida, de mi rutina.
Me gusta que haya frases abiertas, ambiguas. Me gusta que haya variedad: gente con uniforme, niños, mayores...
También es un ejercicio para mi, una forma de soltar la mano. En un momento en que sentía que cada vez el trazo era más fino sentía la necesidad de volver a un trazo más roto, más suelto. Muchas veces los dibujantes recurrimos a ejercicios así para salir de nuestro propio círculo.
Continuando con la ciudad, dentro de los parámetros de la autoedición pero con un editor detrás, sorprendes con "Usted está aquí" (Dibbuks, 2010), un álbum-revista, un álbum colectivo, no sé como definirlo.
Es un proyecto que pusimos en marcha con Fermín Solís y José Luís Agreda echando de menos esa época del fanzineo. Para mí era la primera vez que hacía algo con alguién, una forma de repartir el esfuerzo y una garantía al contar con gente de la que admiras su trabajo.
Nace con una vocación de hacer algo pequeño. Convencimos a Ricardo Estebán de Dibbuks, y lo hicimos llamando a la gente que nos gusta.
A partir de una idea que hilará cada uno de los números creamos un personaje, Sebastián Vital, del que no somos dueños. Cada número lo dibuja uno de nosotros, cada número a su manera. Al personaje le van sucediendo cosas y se plantea la vida de los demás. En el primer número entra en un vagón de metro y se pregunta que será de la vida de esa gente. En cada número se resuelve esa incógnita y se cuenta una historia con esos personajes.
Para el Salón de Barcelona sacaremos el número 3 y un número extra.
Curiosamente los números salen de dos en dos.
Por una cuestión de comodidad, ya que te pones hacemos dos números. En este caso hemos hecho un número siguiendo el esquema de los anteriores y un especial que hemos llamado "La Trenza", por que son tres historias trenzadas. Nos hemos puesto de acuerdo en tres personajes que a veces parten de un lugar común, una pastelería, y toman caminos diferentes aunque se vuelven a encontrar a veces.
Historias que se cruzan y descruzan... Imagino que alguna vez te habrá gustado Los amantes del circulo polar.
En un momento me gusto mucho el cine de Medem. Sentí mucho y no entendí el linchamiento que le hicieron con La Pelota Vasca. No me gusta toda su carrera pero aquellas primeras películas de Medem si que me gustaron y me influyeron. No sé que tal han envejecido, pero me ha gustado mucho su mirada, su estructura de guión. Nunca me han gustado mucho sus castings, siempre he pensado que no eran los mejores actores posibles para el papel, pero es un director que respeto muchísimo.
Parece que tus páginas beben mucho del cine. Tus figuras recuerdan al cartelismo de Jacques Tati.
Me parece inevitable sentir adoración por Tati, por sus películas y sus personajes. Esa ternura... no encuentro adjetivos. Ojalá se hubiera colado algo de esa devoción.
Ahora acabo de hacer un corto de animación con un amigo animador, Raúl Echegaray, que anima un cachito de "Calles Contadas" y está nominado en el Festival Notodofilmfest y en un comentario hacía referencia a Tati, lo que me hizo sentirme muy halagado. Quizás esas ciudades un poco happy, un poco musicales tengan algo de Tati.
ANIMACIONES
Es a partir de Calles Contadas cuando empiezas con estas pequeñas animaciones. La primera para la presentación del propio libro.
La sociedad de consumo me ha puesto en las manos una cámara de video y es como inventar el cine en casa. Es un lujo de nuestro tiempo que en los 80 no teniamos. Con esa pequeña cámara me he puesto a jugar y he hecho cosas para presentar los libros. Me llevé la cámara a la imprenta, les pedí permiso e hice una pequeña peliculita y este amigo, Raúl Echegaray, animó alguno de estos sketchs.
Otra pequeña joya es tu película con la "Moleskine".
Si, jugando hice una pieza para una exposición. La rodé y me sorprendió muchísimo el éxito que tuvo. Para celebrar el aniversario de una librería de Madrid, a algunos dibujantes nos regalaron un cuaderno de Moleskine en forma de acordeón para poder exponerlo verticalmente. A mi se me ocurrió que las tapas iban a ser el tejado de una casa, dejé caer el acordeón formando las dos paredes de la casa y por el interior se iban a ver todos los personajes dentro. La parte de abajo es una librería y cada uno de los personajes está leyendo en las distintas plantas. Esta pieza quise grabarla, asomarme por las ventanas y ha gustado mucho.
Es bonito además ver el proceso de trabajo. ver con qué delicadeza trabajas en una superficie tan diminuta.
Bueno, la imagen me hace el favor. Soy un dibujante lento, con muy mal pulso. Necesito repetir mucho el dibujo. Me dan pena las sesiones de firmas porque tengo la sensación de que los lectores no se están llevando mis mejores dibujos. Acostumbro a trabajar con mesa de luz pero el cine tiene algo de magia y parece que dibujo con más soltura de lo que lo hago. Me cuesta mucho esfuerzo cada viñeta, pero sí que se ve la cocina del dibujante. Utilizo unas tramas adhesivas de dos tonos que ya no se venden de mi época de estudiante de arquitectura para dar color a esta pieza.
Después de "Calles Contadas" parece que se acumulan las novedades.
Sacas el recopilatorio de "La Tirita" (Dibbuks, 2010), "Dentro de nada" (Astiberri, 2010) y los dos primeros números de "Usted está aquí" (Dibbuks, 2010), todo el mismo año.
Me hace gracia porque me recuerda a estos actores de promoción que dicen que no han hecho tantas películas ahora, es que se han juntado. A veces estás trabajando desde hace tiempo en un proyecto y coincide con la salida de otro.
El recopilatorio "Dentro de nada", aunque tiene muchas historias nuevas y otras redibujadas, parte del material de la revista "Humo".
"La tirita" recopila unas tiras que estuve publicando en un suplemento semanal del Periódico de Catalunya, Exit, hasta que desapareció.
"La Tirita" es algo diferente a lo que nos tienes acostumbrado. Los protagonistas son dos niños.
Sí, al principio estaba destinado a la página de niños. Más adelante me pasaron a la página de niños y calle pero si que está destinado a un público familiar. Para mí fue un reto, recibí una llamada de Barcelona a ver si me atrevía a hacerlo y para eso yo soy marcianamente sincero y les dije que no había trabajado en tiras ni para niños ni el humor es mi fuerte. Ellos tenían ganas de que yo lo hiciera, les dije que haría ocho o diez para ver que tal y para mi sorpresa me dijeron que tenía entregado mes y medio porque querían las diez.
En ese momento se empiezan a juntar cosas. Tengo una vocación tardía de dibujante infantil pero ya llevaba unos años haciendo libros para niños. He trabajado con textos de otros escritores, a veces muy buenos, otras no tanto y me he atrevido a escribir algún libro con textos míos, trasladando ese mundo de casualidades, encuentros, desencuentros y me he quedado satisfecho con el resultado.
Es curioso por que ese primer libro, "El Castaño" (Macmillan, 2008) parece un trailer de tu obra. Están presentes todos tus grandes temas.
Es inevitable, tenía claro que si algo puedo contar son esas cosas. Mi capacidad de observar, ni mejor ni peor que la de los demás, es la que me ayuda a construir los guiones para mis historietas y ese cuento no podía ser de otra manera. (así se hizo El Castaño)
Siguiendo con el mundo infantil, para el Salón saldrá también el libro, "El Zoo de Antón" (Bang, 2011) que he hecho para la colección Mamut, que dirigen Ed y Maxi Luchini y en él me he atrevido a hacer un cómic para niños sin palabras. Espero presentarlo pronto y ver cómo reaccionan esos primeros lectores.
A la hora de enfrentarte a los niños cuentas historias que sean capaces de entender pero sin renunciar a tu forma de hacer habitual.
Yo no tengo hijos ni muchos niños alrededor. Cuando me encargaban dibujar niños de cierta edad iba por la calle con ganas de preguntar a los niños cuántos años tiene porque me faltaban las referencias. Otros autores que dibujan para niños se basan en sus hijos, sobrinos, series... yo no. Me imagino a mí mismo como niño, no eso tan cursi de sacar el niño que llevo dentro, sino recordar el niño que yo era, las cosas que me gustaban. Intento llegar a niños que puedan ser como yo fui. Yo no era un niño nada fantástico. Me costaba muchísimo entender la literatura para niños, era un niño realista. Los niños que protagonizan mis historias son un poco así, se fijan en las casualidades, en las repeticiones, se preguntan cosas...
Intuimos tus próximos proyectos y parece que se juntarán varios a la vez.
Si, además estoy trabajando en un cuento para imaginarium para los que ya hice un libro de "Caperucita Roja".
Están también los libros sobre plazas de Madrid. Saldrá enseguida el libro dedicado a la Cibeles. Ya tengo dibujado la Plaza de Oriente y pronto empezaré con la Puerta del Sol.
Soy un privilegiado pudiendo hacer todos estos libros. Hacer libros es una de las cosas más bonitas que se pueden hacer, ya sea un proyecto personal o un encargo.
¿Algo de cómic?
Tengo proyectos empezados desde hace tiempo. Mis proyectos se cuecen con tiempo pero tengo tres libros empezados. Uno quizás lo deseche, por que aunque tengo muchas páginas realizadas se parece mucho a lo que estamos haciendo con "Usted está aquí".
Tengo otro proyecto que para mí es una novedad porque es algo autobiográfico. Aunque parece que hablo de cosas cotidianas, no soy yo. Puntualmente como en el "Especial Cuadros" del "2 Veces Breve", he sido el protagonista pero en este toco temas más personales. Es un proyecto a medias que igual lo acabo este año o lo acabo dentro de tres.
Tengo páginas en la linea de "Calles Contadas" pero me pasa lo mismo, no se cuál es el primero que acabaré.
Para un amante de los libros como tú, aunque siempre has usado los medios disponibles en cada momento ¿cómo ves los libros digitales?
A mi me gustaría entender los nuevos soportes, no sé como va a funcionar. La simple trasposición del formato, del espacio... Veo cada día gente en el metro con los e-books y lo usan cómo un libro de papel normal. Yo voy a esperar un poco más a ver como son los libros hechos especialmente para esos soportes. No se trata solamente llevar nuestras páginas a ese formato si no que deberá ocurrir algo más. De momento no sé nada pero me interesa como proyecto de futuro. Las tiradas de papel están bajando y las ventas también. Si el presente o el futuro está en estos soportes desde luego me interesa.
Para terminar ¿qué consejo le darías a alguién que está empezando.
Me cuesta dar consejos, yo soy un dibujante autodidacta. Me parece que me ha costado llegar a donde quería estar. No cambiaría nada de mi trayectoria, ni los momentos buenos ni los malos, pero haber aprendido las cosas por mi cuenta tiene una cosa muy buena, puedes llegar a soluciones personales. No me atrevo a recomendárselo a nadie porque el camino es mucho más largo y te puedes cansar por el camino. Ahora hay escuelas estupendas. Quizás sí que recomendaría que no se obsesionen por tener un estilo personal. Si lo fuerzas no va a ser personal. El estilo lleva tiempo. Si entregas un trabajo y en él se reconocen influencias no pasa nada, si en un trabajo haces las cosas de un modo y en el siguiente de otro tampoco pasa nada. Lo importante es no obsesionarse.
Web de Juan Berrio
Blog de Juan Berrio
Entrevista en La Guía del Cómic (Borja Crespo, 2010)
La crítica ha dicho:
- Calles Contadas:
La Carcel de Papel
Entrecomics
13 millones de naves
La Tirita:
Guia del comic
Dentro de nada:
La guía del cómic
domingo, 3 de abril de 2011
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5 comentarios:
Que buena entrevista y que genial Juan
Buenísima entrevista y Juan un genio.
me ha encantado esta entrevista. gracias!
Muy buena y documentada, si señor!!
Pedazo entrevista!!!!
He vuelto a ver el Moleskine y me ha vuelto a encantar. Qué gozada!!! Y qué mente!! QUé chulo y qué envidia!!! Precioso!!!
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