jueves, 18 de junio de 2009

El viaje a ninguna parte


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es impresionante. En parte porque lo que cuenta el personaje de Sacristán en su monólogo se puede aplicar a tantos casos... también a alguno que nos duele especialmente. Te queda un regusto agridulce. Gracias
Manu