Nací y vivo en Bilbao. Bilbao no es, quiza, la mejor ciudad del mundo (aunque los bilbainos pensemos lo contrario), pero desde luego es mi ciudad.
Decía Gioconda Belli que uno no elige el lugar en el que nace, pero que quiere el lugar en el que ha nacido.
En el pasado Bilbao fue una floreciente ciudad del hierro que poco a poco fue viendo como desaparecía ese pasado glorioso. Cuando crecí de ese pasado quedaban solo las ínfulas de grandeza. Pasearse por sus calles parecía un gran escenario en el que faltaba una gran representación, como aquellos inmensos platós de las películas.
Arrastrados por el efecto Guggenheim, Bilbao se (re)construye alrededor de un barco varado en la ría.
La historia que sigue es un homenaje a esa ciudad en construcción que es Bilbao, la ciudad donde nací.
La historia tenía tres intenciones:
- Jugar con las aguadas (aunque a veces pareciesen aguadillas)
- Dibujar poco (como me comentaba un amigo lo que más le llamó la atención es como con 9 dibujos se podía contar una historia).
- Ganar un concurso (bueno, dos de tres tampoco está mal).
viernes, 16 de mayo de 2008
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1 comentario:
Bueno, ganar, no. Pero mereció la pena este precioso homenaje.
Pena que no se ha movido mucho y es de lo que menos se conoce que has hecho.
A ver si ahora con blog todo Bilbao (Como todos sabemos el Gran Bilbao llega hasta New York. Japón, el universo , las estrellas y más allá) piede apreciar tu versatilidad, cariño y sensibilidad.
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