Esperando a acabar la última historia de Quatroccento (me quedan dos páginas por entintar, asi que será esta semana) miro un poco atrás en el tiempo para ir actualizando el blog.A veces suceden cosas bizarras.
Un agosto sin demasiado trabajo mi jefe me contó el argumento de un tebeo para intentar vender a un concesionario de coches.
La idea era crear un personaje, el Capitán Publicidad, que intentando promocionar las empresas monta desaguisados en la linea bruguera, aunque luego el producto consigue sobreponerse por su calidad-precio o lo que sea.
Después vendría hacer el guión, los personajes, el dibujo, color mientras hacía otras cosillas.
Curiosamente no salió (que cosas), pero durante unos días iba al curro con ganas haciendo bueno el refrán de que cuando el diablo se aburre mata moscas con el rabo.
A mi la verdad que me hace gracia, que le vas a hacer, uno que le gusta la tonta tontería.
Pena que este agosto nos sobraba trabajo.
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